Basado en el Alfa Romeo Tipo 33 de carreras, el Alfa Romeo 33 de calle fue diseñado por Franco Scaglione y se dejó ver por primera vez en el Sport Car Show de Monza, en 1967, trayendo consigo el apellido Stradale, que designa las versiones aptas para circular por carretera, en nuestra opinión uno de los coches más bonitos de la historia.

Llamativo. Después de haber pasado mucho tiempo rascándonos las cabezas y examinando el diccionario en busca de un adjetivo que no se ha utilizado antes para describir el Alfa Romeo Tipo 33 Stradale, creemos que es una palabra que encapsula el coche de un forma maravillosa a la carretera. El Stradale hace más que simplemente captar su mirada, toma tu atención total y provoca la caída de las mandíbulas.

Preguntar a cualquier entusiasta del automóvil lo que piensa que cuales son algunos de los coches más bellos del mundo y apostaría a que cada 9 de cada 10 veces, el Tipo 33 Stradale surgiría. Por supuesto, su belleza es eternamente subjetiva, pero desafiaríamos a cualquier persona a etiquetar el delgado y sensual diseño de Franco Scaglione, pero con fuerza positiva, como algo que no fuera magistral. Sus diminutas proporciones se juzgan a la perfección y la forma en que sus ojos rastrean constantemente los contornos del cuerpo de aluminio construido por Marazzi es monstruoso.

Como bien sabréis, gracias al Tipo 33, Alpha Romeo pudo enseñar su conocimiento y tecnología de las carreras para fabricar un coche de calle. Construido de forma completamente artesanal sobre un chasis tubular de aluminio y con carrocería también del mismo material, cada Alfa 33 Stradale es un coche único, que difiere de sus hermanos en pequeños detalles de fabricación.

De la fábrica sólo salieron 18 unidades del Alfa Romeo 33 Stradale, que hoy en día tendrían un precio elevadísimo que ni siquiera podemos estimar, pero que son dificilísimas de adquirir ya que sus dueños deben guardarlas como oro en paño.

El bloque de aluminio de ocho cilindros en V, muy cuadrado, con doble árbol de levas en cabeza y dos bujías por cilindro, tiene una cilindrada de 1.995 centímetros cúbicos y cuenta con lubricación por cárter seco e inyección de combustible SPICA. Da la potencia máxima de 230 CV a 8.800 RPM, aunque sube hasta las 10.000, aproximadamente. Teniendo en cuenta que el coche sólo pesaba 700 kg en vacío, los 230 CV de potencia eran suficientes para este superdeportivo.

Tan sólo se construyeron 18 unidades con un precio de salida de 9,75 millones de liras italianas, por lo que se consideraba un precio muy alto teniendo en cuenta en la época que se fabricó. Cinco unidades fueron utilizadas por artistas como Bertone, Pininfarina o Italdesign como plataformas para estudios de diseño, de los cuales nos apresuramos a decir que han envejecido la mitad. Se sabe que hoy en día solo han sobrevivido 10 unidades pero es muy difícil de verlos por la calle ya que sus dueños saben lo que tienen y no los sacan de sus garajes.

Para su época el Alfa Romeo 33 Stradale consigue unas muy buenas prestaciones: acelera de 0 a 100 km/h en 5,5 segundos y es capaz de alcanzar los 260 km/h de velocidad máxima. De hecho, son buenas prestaciones hasta para un deportivo moderno. A pesar de estar domesticado, el Tipo 33 Stradale tiene sus limitaciones, ya que no es tan cómodo como un modelo de calle normal y va muy cerquita del suelo, con las consiguientes desventajas que esto supone. De cualquier manera, siempre será uno de los clásicos más hermosos de todos los tiempos.