Mohamed Mohiedine Anis ha estado coleccionando automóviles de Estados Unidos desde que se enamoró de ellos en los años 50. En la foto de la portada su Buick Super del año 1955 es ahora un desastre arrugado en las calles de la ciudad.
Entre las muchas víctimas de la guerra que ha estallado en Siria durante ya seis años, encontramos una extensa colección de coches clásicos americanos. Una colección que nadie se hubiese esperado en un lugar como este.
Mohamed Mohiedine Anis ha estado coleccionando coches clásicos americanos desde que se enamoró de ellos en los años 50.
Su colección ha sido diezmada en los combates que han devastado la ciudad de Siria.
Había acumulado una colección de veinte coches clásicos americanos en el recién liberado barrio al-Shaad de la ciudad de Siria.
Mohamed Mohiedine Anis con 70 años de edad y con orgullo, abre el maletero de su Hudson Commodor del año 1949 fuera de su casa en Alepo, anteriormente el barrio rebelde de al-Shaar.
Pero la colección de coches clásicos de este entusiasta de 70 años de edad ha quedado destruida por los combates en la ciudad de Alepo, con muchas bellezas automovilísticas arruinadas.
En su colección se incluye un camión Chevrolet Apache del año 1958 como podemos ver arriba que marca su amor hacia la América automovilística.
Según Good Morning Siria, en una etapa, su colección incluso incluía una réplica exacta del Mercedes de Adolf Hitler. Se enamoró del estilo clásico de los coches americanos durante su formación médica y antes de la guerra viajaba a subastas de coches clásicos para comprar los motores.
Hasta el comienzo de los bombardeos la mayor parte de su colección funcionó bien y se utilizaron en películas sirias, pero desde entonces se encuentran en este desastroso estado.
Hubo un momento de su vida que también comenzó a coleccionar coches clásicos europeos como podemos ver en las imágenes.
Mohamed visualiza el estado en el que ha quedado su apreciada colección de coches clásicos en la calle del barrio al-Shaar en la ciudad de Siria. Ha intentado vender su colección de coches clásicos pero sin éxito hasta ahora.
Incluso su casa ha sido destruida forzando a Mohamed a escuchar su gramófono entre las ruinas de su casa.
Este Buick Super del año 1955 valía más de 200.000 dólares cuando fue destruido en el bombardeo de la ciudad de Siria.
Para este pensionista apasionado de los coches clásicos sus coches fueron destruidos durante la guerra y es poco probable que algún día pueda restaurarlos.